Ya en su cuarta ronda de negociaciones, el Tratado de Libre Comercio entre la UE y EEUU (TTIP) promete ser el mayor y más estratégico acuerdo comercial del mundo suscrito hasta el momento. Y es que tendrá efecto sobre 800 millones de personas, explicará cerca de la mitad del PIB mundial y más del 30% del comercio internacional
A pesar de que el comisario Europeo de Comercio, Karel de Gucht, afirma que no será fácil y no “es realista” pensar que pueda estar listo para 2015, sí está convencido de que el acuerdo llegará “a buen puerto”.
Para ello, y teniendo en cuenta “el interés sin precedentes que han despertado las negociaciones de este acuerdo entre los ciudadanos”, el pasado 27 de marzo, la Comisión Europea abría una consulta pública dirigida a la ciudadanía de los Estados miembros para que opinen sobre las disposiciones relativas a las inversiones.
Esta consulta pretende dotar de mayor transparencia a las negociaciones con EEUU, más necesaria, si cabe, desde el momento en que se incluye en el texto del acuerdo la solución de diferencias entre los inversores y el Estado.
Se trata de un extremo no exento de polémica y debate sobre el que se manifestó en su momento el portavoz de comercio de la UE, John Clancy, afirmando que “la protección de las inversiones no da a las multinacionales derechos ilimitados para impugnar cualquier legislación”.
Porque aunque la UE y los EEUU son economías desarrolladas, los inversores podrían encontrar problemas que afectan a sus inversiones y que los sistemas judiciales nacionales no siempre pueden resolver.
Por eso, la consulta pública, abierta hasta el 21 de junio 2014, aborda dos cuestiones precisas: una, sobre la protección de las inversiones y, otra segunda, sobre la solución de diferencias entre los inversores y el Estado.
El planteamiento de negociación que propone la Comisión se basa en la experiencia adquirida con los tratados de inversión vigentes y en el funcionamiento del actual sistema de arbitraje para la solución de diferencias entre los inversores y el Estado.
No obstante, se dibuja otro planteamiento más innovador que pasa por crear “un sistema moderno, transparente y eficaz de solución de diferencias entre los inversores y el Estado”, afirma la Comisión, mediante las siguientes acciones:
-Prevención del riesgo de abuso del sistema
-Mayor transparencia del sistema de arbitraje
-Prevención de los conflictos de intereses o la parcialidad de los árbitros
-Garantía de una mayor coherencia y un mayor control
-Mantenimiento del control del acuerdo
-Aclaración de que la solución de diferencias entre los inversores y el Estado solo se aplicará a las infracciones de disposiciones sobre la protección de las inversiones, pero a ninguna otra parte del acuerdo
Como ya es habitual, la consulta pública de la Comisión tendrá lugar exclusivamente en formato online. El cuestionario abarca unas doce cuestiones clave de interés, entre ellas el derecho a regular, el trato justo y equitativo hacia los inversores y la transparencia del sistema de solución de diferencias entre los inversores y el Estado. Se incluye también una pregunta abierta que permite formular observaciones más generales.
Además de una explicación general sobre la protección de las inversiones y la solución de diferencias entre los inversores y el Estado, así como de la idea que tiene la Comisión para mejorar la situación, cada pregunta va acompañada de una explicación de la cuestión y del problema que aborda, de la situación en el marco de los acuerdos de inversión vigentes y de las mejoras que la UE propone en el marco del TTIP. Las preguntas también van acompañadas de los textos jurídicos que la UE propone para que sirvan como base a las negociaciones del acuerdo.
Los resultados de la consulta serán incorporados en el proceso de negociación.